Meson Chapapote

La comida estaba buenísima. Pedimos la carne a la malagueña y las delicias, que son especialidades de la casa y ambos platos estaba buenísimos. También los mejillones y lastimosamente no pedimos más pero seguro todo estaba igual de bueno. Además Antonio se encargó de darnos un excelente servicio, explicarnos cada plato y además son todos malísimos. Mejor imposible. Volveremos y muy recomendado

Qué alegría nos dió saber que tan lejos de nuestra casa y por casualidad nos adentrábamos en el mesón de un paisano nuestro. Ver el nombre de nuestra ciudad en un plato o las fotos en la pared nos hizo muy felices. Más aún cuando nos deleitó con ese riquísimo caldito para combatir frío. Antonio, fue un encanto desde el principio pero creo que como nosotros, al enterarse que éramos conciudadanos se alegró también de que en la que es su casa desde hace 30 años y en un día de mucha lluvia y frío, pudiera acoger y dar de comer a dos hijos de su ciudad natal y hacerlos sentir como en casa. El trato inmejorable, tanto de él como de sus clientes fijos. La comida riquísima. Y el recuerdo bellísimo. Gracias Antonio!

Un pequeño mesón de los de siempre, con comida casera para picotear, sin grandes pretensiones pero donde lo que comes, no te va a defraudar, repetir ni dar acidez de estómago pasadas unas horas. Recomendable sobre todo las carnes a la malagueña (picante), pimientos rellenos, crepes de txangurro, las croquetas de chipiron (tremendas), etc.. etc... Precios contenidos y el trato inmejorable con el dueño, Antonio... un malagueño de nacimiento que no pierde su gracejo y humor andaluz a pesar de llevar 2 décadas y media en tierras cántabras. Totalmente recomendable