Restaurante Casa Juan

Muy acogedor, en la Avenida Pries (a continuación del Paseo Reding). Nos atendieron muy amablemente y toda la comida buenísima: la fritura de pescado, el bacalao y el atún rojo, éste espectacular. El salmorejo rico, rico y los postres caseros también, sobre todo la crema catalana y el flan. Buena relación precio/calidad. Tiene una pequeña terraza en la la entrada (en la que se está muy a gusto de temperatura) y dentro hay bastante espacio. Dan desayunos, comidas y cenas. Volveré sin duda a probar los arroces. Muy recomendable.

El precio del menú es económico, unos 12€, pero tampoco son grandes platos. Igual los platos de la carta son mejores según indican otros comentarios. Es un lugar interesante, si hace calor mejor comer dentro que en la terraza. La camarera muy amable y atenta aunque un poco lento el servicio, es posible que los fines de semana se desborde un poco. Recomendable igualmente.

Sehr guter Fisch egal welcher schmeckt immer. Hatten noch Paella die war auch sehr gut. Die Bedienung und auch der Koch sind sehr nette Gastgeber. Komme bestimmt auch wieder bei meinem nächsten Urlaub in Malaga. (Traducido por Google) Muy buen pescado, sea cual sea, siempre sabe bien. También comimos paella que también estaba muy buena. La camarera y el chef son unos anfitriones muy agradables. Definitivamente regresaré en mis próximas vacaciones en Málaga.

Wer eine großartige (!) Paella von warmherziger, freundlicher Bedienung serviert bekommen möchte, ist hier goldrichtig. Es lohnt sich auch, sich im Spanisch sprechen zu versuchen, denn die Bedienung hört aufmerksam zu, hilft und versteht selbst dann, wenn es sich um äußerst gebrochenes, peinliches Anfänger-Spanisch handelt. Zum Abschluss wurde uns ein hausgemachter Limoncello serviert - eine Art Likörschnaps. Ein Gedicht! Wir haben uns wie zu Hause gefühlt. (Traducido por Google) Si desea una excelente (!) paella servida por un servicio amable y afectuoso, este es el lugar adecuado para usted. También vale la pena intentar hablar español, porque la camarera escucha atentamente, ayuda y comprende incluso cuando el español para principiantes es extremadamente entrecortado y embarazoso. Al final nos sirvieron un limoncello casero, un tipo de licor. ¡Un poema! Nos sentimos como en casa.