El Laberinto De Los Duendes

La comida estaba genial; juegan mucho con matices de recetas exóticas que no las he visto en ningún sitio de alrededor. El personal es atento y simpático, se muestra cercano y familiar. Recomiendo encarecidamente los mojitos, en otros sitios he visto vasos llenos hasta el fondo de hielo, y este tiene lo justo y necesario para que enfríe, y éstas pagando por eso, por beber, no por el hielo, y además el que lo prepara tiene por lo visto participó en campeonatos de coctelería. No se lleva las 5 estrellas por la ubicación, que hace justicia a su nombre, pero tiene su encanto tranquilo y agradable.

Semiescondido en un callejón de lo que tuvo que ser la judería de Jerez, un descubrimiento reseñable, tanto por las taas y platos como por la atención y amabilidad de los camareros que nos atendieron. Gran variedad de tapas y platos, desde lo más tradicional a la vanguardia-fusión. Recomendable, especialmente las mesitas del callejón.