Chibiski Gijon

Cenamos de casualidad para celebrar un cumpleaños 4 adultos y 2 niños(sin reserva previa). Empezando por Fernando, cómo su personal, son todo amabilidad tanto en sus buenas recomendaciones como en explicaciones. Me sorprendió los enchilados verdes riquísimos se nota el tomate mejicano que cultivan Oviedo le da un toque muy ligero entre ácido y picantito. Los críos y todos encantados con los burritos con carne de ternera. A destacar también una pequeña ración de tacos variados con degustación de tres salsa de picante suaves de menos a más. De postres la tarta chocolate muy rica se nota mucho porcentaje de cacao,la de queso abundante nada empalagosa. No tenía en este momento la carlota de mango y la de maracuyá me hubiera gustado probarla. Muchas gracias a Fernando por regalarnos unos chupitos de tequila servidos de botella congelada a las mujeres les encantó y además me comentaron que les pareció una ayuda excelente para la digestión. Ah y me dice mi peque qué ta va a pedir su tarjeta vip jaja, en resumen merece la pena probar sabores de México aquí en gijon no son caros y el ambiente inmejorable

Una agradable experiencia como en este lugar, comida mexicana muy cuidada. Además de muchísima variedad para elegir , también de bebidas (muy bueno el café bombón y cócteles). El local es precioso y está muy bien decorado. El personal atento y muy profesional. Respondieron a nuestras dudas rápidamente, permitiendo la entrada de mascotas. El sitio es muy amplio y tiene dos alturas.

La comida está rica pero las raciones son un poco justas. Los cokteles están muy ricos y los trozos de tarta son enormes, pero la relación calidad precio es caro. Nos gusta ir muy de vez en cuando porque el restaurante está muy bonito decorado, es acogedor y la atención muy amable, lo que compensa en ocasiones la poca experiencia de los camarer@s. Para un día de vez en cuando bien.

Diría que es necesario reservar, da igual el día que sea, porque siempre lo veo lleno. Es un mexicano muy popular tanto en Gijón como en Oviedo. La comida está buenísima, y el servicio es muy bueno también. Los camareros te orientan si no sabes muy bien qué pedir. Quizá como pequeña pega es que me parece algo caro.

He ido varias veces el local es muy bonito y tiene buen servicio. De aperitivo te ponen unos totopos, con diferentes salsas. Tienen una gran variedad de platos para elegir. Ayer pedimos unas quesadillas, que nos resultaron muy pesadas y los tacos pastor estaban demasiado secos. Tienen ofertas de cócteles con muy buena pinta pero que no probamos. En el concurso de pinchos en el que participaban nos encontramos con que a primera hora de la tarde de un sábado no no tenían los pinchos, la verdad es que es un restaurante y no está muy preparado para dar el servicio de pinchos, por lo que no entiendo muy bien porque participó ofreciendo un servicio que no podía atender.

Era la primera vez que íbamos y nos gustó bastante. El local es muy agradable y grande, con dos plantas, muy bien decorado. Los camareros muy amables, te orientan bien sobre la comida, porque la carta es bastante extensa y estábamos un poco despistados en cuanto a cantidad, etc. Te ponen unos totopos con salsas para empezar por cuenta de ellos. Luego pedimos unas gringas como entrante y un alambre "gobernador" para compartir, a base de langostinos y bacon. De postre tarta de chocolate. Estaba todo muy bueno. La margarita normal (8 €) es pequeña y para dos personas necesitamos pedir una tercera copa, por lo que las bebidas encarecen la cena. Ese es el pero que le pongo: me gustó mucho, pero resulta algo caro para lo que es... aunque ahora está carísimo todo, la verdad.