El 2 Gasteiz

¡Un acierto ir! El bar está muy bien, espacioso y con una decoración bonita, gran terraza (cerca de columpios para los peques de la familia) y bien ubicado/conectado. La comida bastante rica y los precios justos con su calidad. Además, ofrecen un variedad diferente a lo que se está acostumbrado en Vitoria. Y para acabar, el personal atento y cercano, cuidando a los consumidores.

Es un lugar estupendo de Vitoria muy céntrico , bonito y bien comunicado con un parque para que puedan jugar los peques. Hemos comido de carta pero me consta que el menu del día es excelente. Los platos han salido con rapidez y sólo puedo decir que estaban exquisitos. No hemos cogido lo más barato de la carta pero la cuenta no me ha parecido nada caro para la calidad que tenía. El servicio impecable muy involucrados y atentos.

Nos sorprendió la verdad, platos elaborados ,los entrantes de mesa muy ricos, con la cantidad suficiente, ya que luego tienes el principal más el postre, salimos muy satisfechos, los platos salian con su tiempo ,repetiremos en breve y recomendaremos a todo el mundo, el servicio muy bueno,muy atentos ,al igual que la cocina.

Sitio conocido, cerca del centro de Vitoria. Es conocido por su hamburguesa, ganadora de una batalla de hamburguesas. Para empezar, comimos 2 platos de nachos con todas sus guarniciones (muy rica). Para seguir, no pedimos la hamburguesa famosa y ganadora. La presentación bonita y llamativa, pena que te la hagan detrás de la mesa y no puedas verlo bien. La hamburguesa estaba rica, hay que decirlo. Para finalizar el postre. Pedimos varios postres, pero el de huevo de chocolate que se finde con el alcohol y el fuego, es muy bonito y llamativo, pero al echar mucho alcohol sobre el chocolate, al final, se queda todo el alcohol aguado con el chocolate derretido, por lo que, comerte el chocolate, sabe mucho a alcohol, por lo que tuvimos que dejarlo. La hamburguesa está rica, pero no creo, y lo comentamos en la mesa, que sea tanto como para que valga los 21€ que pone en la carta.

Local muy acogedor, bien decorado y cuidado. Un sitio perfecto para tomar algo cerca del centro de la ciudad. La tortilla de jamón y queso espectacular, y el café muy bueno, lo cual le hace destacar frente a otras opciones de la zona. Como punto negativo, la actitud de la camarera, ya que sin mucha clientela iba muy lenta y con una actitud poco profesional. Sin duda, volveré para probar la carta de comidas, que tiene muy muy buena pinta.