Brasa Y Salero

La verdad que tanto la atención, la calidad de los platos y la presentación deja mucho que desear... La música demasiado alta para poder conversar agusto, el camarero bastante despistado, apenas había gente y el tiempo de espera es demasiado... Eso sí el perejil seco no falta en ningún sitio, no repetiremos. Es el mismo local que el antiguo Marmitaco pero no tiene absolutamente nada que ver.

Yo,os cuento mi experiencia y después ya tomáis una decisión vosotros. Teníamos reserva a las 14:00h de hoy domingo. Llegamos y está cerrado. Están barriendo y fregando el local,nos toca esperar unos minutos. Nos comenta que ayer estuvieron hasta las 04 de la mañana y "para servir 3 o 4 vinos...se abre cuando se puede". La mesa era para dos adultos,un niño y un carro. Por circunstancias que no vienen al caso solo hemos ido los adultos,sin problema cuando lo hemos comentado. Después de pedir en la barra,nos dicen que podemos pasar que ya están preparados. 14:30 en la mesa. Falta un cubierto completo. Nos sirven la berenjena con mermelada de fresa,no estaba mala... A partir de ahí...mal,mal,mal... No entiendo cómo con el comedor lleno entre las mesas y una comunión solo hay camarero y medio. Ya que uno de ellos no hacía nada más que entrar en la cocina y salir bastantes minutos después... Entre plato y plato...una eternidad. La comida???? Mejor me reservo mi opinión. Me has preguntado "que tendrá el pan que siempre se lo comen"? No te he contestado por educación. Es lo único que hay en la mesa entre plato y plato,por eso se acaba,no hay otra cosa que comer... Y en otra ocasión te comentaré lo de servir las mesas con un pantalón de chándal...eso sí,por lo menos el pantalón era de color negro. Yo,tengo claro que no volveré.

Un trato excelente y atento. Platos tradicionales con detalles sorprendentes (chaskis en la ensalada!) y derrochan mimo. El chef muy cercano, se acerca a interesarse por tu opinión o para facilitarte algún extra. De esas comidas que te iluminan los ojos y solo puedes repetir una y otra vez "¡Que rico!". Indudablemente para repetir y con capacidad para convertirse en nuestro favorito.