Chester & Co

Lugar agradable, amplio porque las mesas no están juntas, dog friendly. En cuanto a desayunos simples caros y por encima de la media de la zona, pero el lugar también se paga. Si se pide pan que nos sea de barra normal, suplemento de 50 cts (no estoy muy segura, quizá eran 30), si es mantequilla, suplemento de 50 cts. lo que es una barbaridad (en el súper por 2 Euros tienes 10 tarrinitas) y así sucesivamente. Los fines de semana es más caro porque el desayuno no está promocionado. Fuera de eso creo que es un lugar muy agradable y acogedor.

Cruzar las puertas de Chester es saltar a otro tiempo y otro lugar, parece una dimensión paralela escondida en un barrio normal. La ambientación e iluminación invitan a quedarse, pero es la comida lo que te impide marcharte. Estuvimos en el reservado que hay al fondo que es como tener una pequeña casita para ti. Probamos la burrata, la ensaladilla rusa, las Gyozas, las bravas, los samosas, los baos, las croquetas y algunos postres. Me gustaría destacar los samosas que son de queso de cabra con mermelada y las bravas que tienen un toque dulcipicante muy llamativo. Las croquetas también sorprenden por su textura y sabor caseros. Me quedé con las ganas de probar plato principal, pero seguro que volvemos!