Carlos Bar Diego

Fuimos a cenar por recomendación de unos amigos que ya habían ido. Aparcar en la calle del restaurante es un poco complicado, pero no hay mucho problema ya que cerca del restaurante se encuentra un parking de tierra bastante grande, como a unos 5 min caminando. Las camareras fueron bastante atentas desde nuestra llegada, nosotros fuimos a cenar sobre las 9, al llegar a esa hora nos encontramos con un olor a pata recién hecha que te abría el apetito. Para poder probar un poco de todo pedimos los platos que mas famosos de la sección de recomendaciones, estaba todo muy bueno, en especial la ensaladilla con gambas caramelizada y las costillas, que estaban tiernas y con la corteza crocante y en su punto de sal. No había escuchado hablar mucho de este restaurante pero sin duda lo recomendaré porque es un sitio que hay que visitar sin lugar a duda.

Cuando entras no te esperas el espacioso restaurante que está dentro. Llevan mucho tiempo abiertos y quizás le deberían dar una vuelta a la decoración, pero lo importante es lo importante y es que la comida está bueniiiisima y esto sí que no ha cambiado. Y además con precios bastante razonables. Los camareros muy agradables.

La ofi de Carlos es 100% recomendable ya sea por el sitio que es muy acogedor y familiar o por su comida destacando sus costillas al horno o por la gran variedad de platos, entre ellos berenjena frita con miel, pluma iberica, bips de pollo, huevos rotos y muchas cosas mas.Que no falte mencionar el muy, muy buen trato del personal desde el primero hasta el ultimo "Don Carlos". No olvidarse de que hay pata a diario mañana y tarde, menos los sabados que solo hay por la tarde. Pues dicho queda nos venos en la oficina de Carlos.