Manu Jara

Excelente café con posibilidad de diferentes tipos de leche (soja, sin lactosa..) los pasteles increíblementes ricos y las tostadas con diferentes tipos de pan. El tomate para tostada fresco. Atención al cliente muy buena atentos y amables. Relación calidad precio muy buena. Tienen posibilidad de menú de desayuno que en principio tiene buena pinta. Una pena que local es pequeño y no hay mucho sitio dentro.

Llevaba mucho tiempo queriendo venir aquí, el otro día fui por primera vez y no me arrepiento. Eso sí, muy concurrido, los sitios libres vuelan, al igual que la estupenda variedad de pasteles y bollería. En nuestro caso probamos el crocanti y el brownie. El primero fue espectacular. Si tenéis oportunidad, probadlo. Y el brownie también muy bueno, muy diferente al clásico brownie de textura consistente. He leído algunos comentarios, bastante típicos, del estilo: "carisimo", "mala relación calidad/precio", "precios muy elevados"... En fin, lo de siempre, el drama de la repostería. Luego es la misma gente que va a comerse una tapa de chicharrones aceitositos, una ensaladilla rusa de bote con 4 kilos de mayonesa caducada y su Cruzcampo y paga 5€ más a gusto que un arbusto. No se valora la calidad, la materia prima y el trabajo que hay detrás de esos sencillos pasteles. Es muy habitual encontrar ese tipo de críticas en el mundo de la repostería, cosa que me parece ridícula. Si que me gustaría señalar que algunos precios están bastante descompensados y pueden llegar a chocar. Ahora mismo recuerdo el zumo de naranja, por ejemplo. Pero en cuanto a bollería/dulces, para nada, la calidad se paga (y tampoco me parece un lugar caro, para nada).

A día de hoy puede que sea éste el mejor lugar en Sevilla para tomar un buen café acompañado de exquisita bollería artesanal, todo ello servido por personas expertas, atentas y entregadas a ofrecer la mejor experiencia. Hay variedades de café de gran calidad para elegir, y los dulces... echen un vistazo a las fotografías.