Sycentro

Bar que ofrece un menú del día con diferentes variantes (puedes elegir platos superiores pagando un suplemento) y una amplia barra de pinchos: son un poco más caros de lo habitual, pero tambiénas elaborados y con productos distintos. Pedimos un pincho de chistorra (era obligado en Pamplona) y un bao con costilla de cerdo y salsa barbacoa. Estaban ricos ambos. Buena atención. Lo recomendaría para probar algo novedoso, más allá de los pinchos tradicionales.

Visitando Pamplona cometimos el error de no haber reservado mesa para comer. Después de intentarlo en varios sitios, conseguimos mesa en el Asador Ezkabarte. El restaurante está en la planta superior, con amplios ventanales a las calles Pozo Blanco y San Nicolás. La decoración es relativamente sencilla pero muy agradable y cálida (manteles y servilletas de tela). Comenzamos con unas almejas fuera de carta, que estaban muy bien cocinadas y sabrosas. Después atacamos una chuleta con pimientos cristal y patatas fritas caseras. La carne estaba al punto que se deshacía en la boca. Para postre pantxineta y canutillos rellenos de crema espectaculares. Nos sentamos a las dos y nos levantamos de la mesa a las cinco y media. Disfrutamos, porque se nos hizo súper corto. El servicio del personal no puede ser mejor; muy atentos y amables. Volveré sin duda