Bar Restaurante Sa.pi.

El lugar ha sido un grato descubrimiento. Frente al mar y las dunas, con música agradable, no es el típico restaurante de playa de pescaíto frito masifificado. Es un lugar que por su ubicación, decoración, atención y comidas te transportan y da la sensación de que estás en un lugar paradisíaco. Hemos tomado varias tapas a cual mas exquisita y con magnifica presentación, destaco las alcachofas al pesto extraordinarias y los boquerones fritos magníficos. Tanto la dueña como la camera que nos ha atendido han sido muy amables y atentas. Sin duda repetiremos.

El lugar inmejorable, primera línea de playa de la Barrosa, dispone de terraza que da a la playa y salón interior pequeño pero bien decorado y cuidado al detalle, música de fondo suave (chill out) y pantalla plana con imágenes de fondos marinos y acantilados. La atención buenisima, nos pusieron un aperitivo y al final nos invitaron a unos chupitos. La comida muy bien presentada, en buena cantidad y calidad y lo más importante, todo exquisito. Los entrantes geniales, pedimos ensalada caprese con grandes rodajas de tomate y la mozzarella fresquisima, el salmorejo muy bien elaborado, los pimientos con bonito muy ricos y era bonito, el tartar de atún muy rico y en gran cantidad aderezado con una salsa muy rica que suaviza a el aguacate. De platos principales degustamos los chipirones, el pulpo a la brasa muy rico, la hamburguesa genial, carne de calidad y sabrosa, y por último la dorada, espectacular, tanto por lo bien echa que estaba, muy jugosa, como por el tamaño y presentación, la recomiendo. Por último los postres, el brownie con helado de vainilla muy rico, algunos lo pedimos con helado de chocolate y la Panacotta, muy suave, deliciosa y ligera. En definitiva, lugar muy recomendable y para aquellos que tienen niños ideal, ya que los niños pueden jugar en la playa. También recomendable para ver puesta de sol. Repetiremos.