Casa Ojeda

Estuvimos a mediodía mi pareja y yo porque queríamos probar el lechazo al horno, pedimos una ración de lechazo y una ensalada, todo buenísimo y muy bien servido. Sorpresa que cuando nos trae la cuenta el lechazo eran dos raciones. Nos lo comimos todo y vimos que era cantidad, pero deberían asegurarse de lo que el cliente ha pedido.

Nos recomendaron comer en el restaurante Casa Ojeda Imprescindible comer allí si vas a Burgos pero más imprescindible es reservar, si no… te quedarás con las ganas seguramente porque está siempre lleno Su fama es ganada de verdad, comimos sopa castellana y por supuesto, lechazo Estaba todo buenísimo!!!! Y el postre…arroz con leche riquísimo todo, hasta el pan!!! Pero si hay que felicitar desde luego es al personal, todos son majisimos y te atienden con mucha profesionalidad pero sobre todo con mucha amabilidad, así da gusto Y ya si quieres darte un caprichito… entra en su tienda de delicatessen, todo impresionante

Conozco este restaurante hace más de treinta años. Y mantiene su esencia: comida castellana honesta y bien elaborada con buenos componentes. El local es grande y se ubica en el centro de Burgos. El servicio resulta profesional y eficiente. Un local ruidoso y unos precios demasiado altos impiden darle cinco estrellas a este magnífico y sólido lugar para comer bien.

La comida es buena, especialmente el lechazo. También muy buenas las alubias. Otras cosas como el rabo de vaca y las mollejas están bien pero no al nivel que deberían estar. Las croquetas no valen nada. El personal en general es atento, con alguna excepción. El sitio es precioso, muy bien ambientado y muy limpio. Bastante elegante.

Toda una experiencia en el centro de Burgos. Restaurante de comida tradicional cerca del centro de la ciudad. Los platos están espectaculares y la calidad está más que asegurada. Sobretodo probar el cordero lechal y el mil hojas de postre. El servicio y la ambientación es de 10. Tienen muchas opciones sin gluten. Atención a los precios de la carta que no tienen el IVA incluido.

Tuvimos la suerte que el maître nos consiguió una mesa, hay que reservar cuenta con mucha afluencia tanto de turistas como oriundos de Burgos. La comida es espectacular y la atención de los mozos es muy buena. Nos gustó mucho la decoración y el lugar donde se encuentra es clave. Altamente recomendable