El Boliche Del Gordo Cabrera

Hace años que venimos a este restaurante y nunca nos decepciona. Restaurante espacioso, mesas grandes y sillas comodas, con una sala cerrada para eventos, cocina abierta, una gran seleccion de vinos y carnes variadas. Personal muy amable y atento. En sus paredes tiene cuadros de artistas de renombre. Todos los productos son de calidad y bien elaborados. De primero tienes un variado de platos, de carne, pescado o ensaladas. De segundo tienes un surtido de carnes de EEUU o bien nacional, de qualquier gramage, segun los gustos, todos hechos a la brasa. Tienen también dos pescados a la brasa. Esta vez nos decantamos de primero por el carpaccio de lengua, con pico de gallo, buenisimo y pulpo con parmentier y sobrasada, tremendo, espectacular, buenisimo, uno de los mejores pulpos que he probado, una buena pieza. De segundo, el lomo bajo de 500Gr, espectacular también, muy tierno y jugoso. Aunque recomendaria encarecidamente que probarais el ojo de buey, se deshace. Todas las otras carnes también están buenisimas. El pan de coca que ponen es muy bueno. Siempre un placer volver.

menu del día muy sabroso, y el vino tinto incluido en éste nos gustó mucho. A mejorar: el arroz estaba algo salado, era rico pero estaba demasiado crudo , incluso tras dejarlo reposar a ver si alcanzaba punto de cocción tenía muchos granos crudos. Lo peor es que es un lugar muy muy ruidoso, siempre está muy lleno, lo cual dice mucho de la relación calidad -precio-servicio, pero el tema acústico no está correctamente resuelto.

Comida de muy buena calidad. Muy sabrosa y se nota la calidad. Recomiendo el menu del día que era lo que comimos. El precio era 18.50€ que es un poco elevado y el pan se paga aparte. Cosas a mejorar es el nivel de sal en los arroces y menos salsa dulce en la carne a la brasa. El vino de la casa superbuena tambien.

Se come de vicio. De los mejores menús del día que se pueden encontrar en Barcelona por 17€. Muy buena carne procedente de Uruguay, cocinada a la parrilla y a la vista del comensal. Trabajan muy bien la pasta, especialmente el ravioli con salsa de setas y, sobre todo, es una delicia su arroz meloso de sepia de los jueves. La lubina a la brasa está espectacular y fuera del menú trabajan muy bien el txuletón, procedente del País Vasco (40€ los 450 granos) o sus empanadas criollas. Muy buena atención siempre, tanto del servicio en general como de las hermanas que llevan el local, herederas del Gordo Boliche, que le pone nombre y esencia.

Soy uruguaya y estaba de curso de trabajo con mis compañeros y les dije vamos a comer aquí ,que me lo habían recomendado..bua las croquetas buenísimas y las mollejas una delicia y ya la carne que pedimos fue una delicia hemos salido encantados de lo rico que se come volveremos con amigos y familia . Una delicia se nos hacía la boca agua mis compañeros se les erizaba la piel de lo rico que estaban comiendo lo juro .