Steki Restaurante

Restaurante a la altura de un estrella Michelin pero sin tenerla, tampoco la necesita. El personal es agradable y profesional. Las elaboraciones son originales para disfrutar degustando de forma variada. Es recomendable reservar con tiempo porque tienen muy pocas mesas, es un local pequeño, la disponibilidad es reducida.

Un sitio de 10, donde cada detalle está cuidado. El ambiente, el servicio y, como no, la comida. Todo servido para compartir entre dos, los platos son un manjar que mezclan a la perfección textura y sabor. Recomiendo pedir 6 platos + 1 postre por cada dos personas. Nosotros pagamos 70 por persona aprox. Recomiendo la experiencia.

Imprescindible en Alicante! Teníamos muchas ganas de ir por las valoraciones que habíamos leído. Estuvo todo perfecto. El servicio insuperable: atentos, amables y organizados. De comer: todo nos encantó. Comimos 6 platos y dos postres, y no se nos hizo nada pesado. Cantidades perfectas. Si bien el precio es un poco elevado (no por el precio de cada plato, quizás más por el hecho de que tienes que pedir varios para estar satisfecho), está justificado con la calidad del producto y elaboraciones (contando que el vino u otras bebidas al final también engrosan la cuenta). Repetiremos!!

El Steki es una auténtica experiencia culinaria. En un sector cada vez más competitivo el Steki ofrece tanto la calidad en la materia como el cariño en la elaboración y el trato, algo que no puede decir todo el mundo. Se nota la pasión de sus dueños por este arte y la atención que le ponen a cada detalle. A destacar los distintos “tacos” y la fusión de sabores que obtienes en cada plato. Nosotros probamos toda la carta, lo recomiendo, no sobra ningún plato. Sitios como este ponen a Alicante en el mapa “culinariamente” hablando. ¡¡Volveremos!!!

Estuvimos cenando el lunes y salimos encantados. La combinación de sabores es totalmente acertada y con una mezcla maravillosa de la cocina griega y mejicana. No tratamos con Fernando, pero sí con Olivia, y solo podemos decir que es una persona encantadora, y se nota el amor que pone en su trabajo. Da gusto dar con un lugar donde la profesionalidad y el cariño por la cocina se notan en cada detalle. Un restaurante de visita obligada.