Mercatbar

Muy buen lugar para ir a comer de una manera desenfada la cocina de Qique Dacosta. Elegimos el menú gárgola y todo estaba muy bueno. Las patatas bravas muy buenas. Mi chica estaba embarazada y adaptaron o modificaron platos sin problema alguno. El servicio bueno y atento. Tienen buena carta de vinos con referencias interesantes tanto por copas como en botella.

Tenía muchas ganas de probar la cocina de Quique Dacosta y no me decepcionó, todo el menu de Navidad estaba fabuloso, estupendo. no puedo decir más que la sopa estaba un poquito fría y la tarta de manzanas demasiado hecha por abajo, por lo demás los cuatro nos comimos todo, todo lo que nos trajeron. Víctor el encargado muy amable con nosotros, nos dio una buena mesa, un sitio al que recomiendo, seguramente volveremos.

Un lugar absolutamente alucinante!!! Estaba todo tan increíble que merece la pena cada euro que cuesta. Es que era una experiencia de sabores que es un deleite para los sentidos... Cualquiera de los platos son dignos de mención, pero es que el "yogur de foie" se me ha quedado en la memoria y no he probado nunca nada tan bueno!!! Se nota la mano del maestro Quique Dacosta🙌 y se agradece que tenga este restaurante que es asequible para que todos probemos su maravillosa cocina... Esperando que vuelvan de vacaciones para reservar 🙏🤤

Acogedor restaurante y espectacular cocina de la mano de Quique Dacosta. No podría decantarme por un plato porque todo está buenísimo y mejor presentado, mención especial los vinos, coca valenciana, torrija, entrecot y el arroz negro servido en llanda. Por supuesto, además del sabor, la presentación de las bravas y el postre "Qiqe Sorpresa" se llevan un 10.

Segunda cena exquisita en Valencia, esta vez en @mercatbar_qd, el restaurante más informal de Quique Acosta, ambientado en un mercado de abastos. Pedimos sepia con salsa tártara de merluza, muy rica. Cuba libre de foie, muy cremoso y rico también. Bombas crujientes de picaña en escabeche, para mi el segundo mejor plato de los que pedimos, porque el número uno, se lo lleva la tortilla vaga de enokis y panceta. Por último el jarrete ahumado sobre hojas de col, que estaba bueno, pero después de los demás platos, fue más normal. Elegimos un vino blanco de la tierra, Rebel-lia, muy bien compensando calidad/precio. De postre según había leído era indispensable pedir el Quique sorpresa, que fue la única decepción… muy cuki para la foto, pero el contenido muy normalito, ni si quiera lo acabamos, le gana por goleada la torrija con espuma de praline. Nos sentamos en barra, porque elaboran algunos de los platos allí y me encanta verlo, el chico que los preparaba fue majisimo y nos explicaba todo con detalle, en general fueron muy amables. Y la experiencia muy buena! La relación calidad precio, la veo muy correcta. Entre unos 40/50€ pp.

Sitio chulo y "desenfadado". Para ir a tomar un vermut, tapear o bien comer. Válido para todo tipo de plan. Nos atendieron fabulosamente bien. Muy majos y aconsejando de manera onesta. Pedimos que los platos que llevaban picante nos los pusieran en un lado. Aunque terminamos untandolo Fetén! Lo que pedimos, nos encantó. Mencion especial al foie y sobre todo el taco de torreznos. Que ere el plato que más nos sorprendió. Para terminar de la forma más dulce el tiramisú fue un acierto. Además, muchos de los platos los presentaban con vajillas chulas y presentaciones fuera de lo habitual. Nos encantó!