Cafe Iruna

Establecimiento muy tradicional situado en el mismo centro de Pamplona, con una agradable terraza y un salón espectacular con decoración singular... La comida es buena en tanto que su materia prima tambien lo es, y el servicio es correcto y profesional, con un mobiliario algo incómodo por mantener el estilo y ambiente del local... En resumen, equilibrio calidad vs precio en un escenario histórico.

El café más famoso de Iruña, desde luego. Y no va más de céntrico, en plena plaza del Castillo. Un local, bajo mi punto de vista, precioso. Y se come bien: ensalada templada de chipirones, hamburguesa de ternera y tarta de chocolate. Enorme terraza provista de estufas, que van genial para un típico día de verano pamplonés. Para esas tardes de Iruña lluviosas y frías, está genial el chocolate; los churros, sin embargo, me parecieron un poco pesados. Accesible en silla de ruedas.

Aquí hay que diferenciar dos partes, el restaurante y el café. El restaurante con carta a 23 euros y el ambiente muy de época. El interior es glamouroso y con estilo renacentista. Inspirador comer allí en aquel ambiente. El café estaba cerrado y lo van a convertir en bar de cócteles con horario de discoteca. A mi modo de ver un error dramático teniendo allí a la escultura dedicada a Ernest Hemingway.

Un sitio precioso, hay que parar a verlo sí o sí. Creado a finales del sXIX mantiene su estilo. Tiene una sala dedicada a Hemingway, quien solía pasar tiempo en Pamplona. Las bebidas caras pero los pinchos son muy económicos ( 2-3€) aunque nosotros solo paramos a beber algo. Dos cervezas y un Nestea algo más de 10€, me parece demasiado.

Emblemático café en Pamplona que data de 1888. Tiene un tamaño enorme y mantiene la esencia que tenía en el siglo XIX: lugar de reunión, tertulia y merienda en el que pasar las horas. La decoración es típica de los cafés de antaño: suelo de damero, barra larga y grande, techos altos con columnas, veladores de mármol y sillas de madera. Una monada. Puedes comer allí e incluso de tapas. Nosotras tomamos café con tarta de manzana casera deliciosa. Al fondo, a la derecha de los baños está una zona que era el rincón del escritor norteamericano Ernest Hemingway, que acudía al local frecuentemente en sus viajes a Pamplona. Por eso hay una escultura de él apostado en la barra. Imprescindible en Pamplona.

✨Pamplona✨ Café fundado en 1888 en un lateral de la plaza Castillo. Es un clásico que visitar para disfrutar de la decoración de época: columnas con motivos vegetales, espejos enormes, sillas Thonet… Al fondo hay otro espacio, una pequeña sala del café dedicada a Hemingway donde hay una estatua del escritor. Un espacio art noveau donde disfrute de un buen café con churros. La tapas no son caras (pinchos sobre 2,40 €).

Un pedazo de historia de Pamplona al alcance de todos los públicos. Inaugurado a finales de XIX mantiene hoy en día el espíritu de aquella época con espejos, lámparas y mobiliario señoriales. Este ambiente de elegancia y distinción puede hacer pensar al visitante de paso que sus precios van a ser muy elevados. Nada más lejos de la realidad, podéis disfrutar de un café al mismo precio que en cualquier otro bar de la ciudad. Uno de sus más ilustres clientes, Hemingway, tiene un rincón permanentemente reservado. No dejéis de tomaros una foto con su estatua.