Paladar Taberna

Maravilloso descubrimiento en Marbella. El personal nos atendió súper bien, una estrella extra a Marcelo, que hizo que nos sintiéramos en casa con su amabilidad y gracia latina ;) La comida increíble. Nosotros probamos las alcachofas, el mini brioche de ropavieja y chile, las albóndigas con foie y el costillar, que estaba absolutamente impresionante, obligatorio. La tarta casera de queso, una delícia! Ya tenemos ganas de volver!

Fuimos a comer 2 parejas y conseguimos una mesa en la terraza con reserva previa, aunque con poca antelación. Nos lo recomendaron y descubrimos que era un sitio popular ya que estaba lleno y no había más mesas disponibles. El servicio es bueno y ágil. La comida está rica, y tienen una carta bastante completa y variada. Algunos platos originales y buenos postres. El precio nos pareció moderado y adecuado a su calidad.

Desde hace varios años, Paladar Taberna, se ha convertido en un fijo para nosotros. Cuando vamos nos sentimos como en casa, el trato por parte del personal siempre es fantástico, atención de 10, profesionalidad y sobre todo, buen ambiente y camaradería. En cuanto a la oferta gastronomía, creo que hemos probado casi todos los platos, no dejan de innovar y de sorprendernos cada vez que vamos sumando a su amplia carta opciones nuevas. Su chef, Emilio, está al frente de un gran equipo de cocina, el cuál, lo da todo en cada servicio y aunque el restaurante esté completamente lleno, los platos salen en tiempo y forma perfecta. En la sala, su hermano David, supervisa que todo esté en orden y se encarga de controlar hasta el más mínimo detalle junto a su equipo de camareros para hacer que el comensal tenga una experiencia lo más satisfactoria posible. Si sois de Marbella, o si venís a visitarla...no dejéis de ir a Paladar Taberna, seguro que no os defraudará. Os dejo algunas fotos de sus platos, los demás...tendréis que ir para descubrirlos. Sois muy grandes brothers 👍🏻

Taberna que destaca por unas raciones sencillas pero de ingredientes frescos y muy bien presentados. La cantidad y el tamaño de las raciones es correcta y en algunos casos, como la de queso abundante. El servicio es muy bueno, con amabilidad se conquista al cliente. El único pero es la terraza, es pequeña y quieren aprovecharla al máximo por lo que las mesas están muy juntas lo que es incómodo para pasar entre ellas. Estábamos bastante apretados. El precio no es excesivo, la relación calidad precio es adecuada. Destacar el plato de huevos rotos con gambas rojas al pilpil, fantástica combinación de ingredientes y sabores.