Albalá

Hemos estado visitando este lugar hoy por la noche. La decoración así como la Atencion es exquisita. Pedimos para empezar la ensaladilla de bogavante. Espectacular. La mejor que hemos probado jamás. El brioche y el flamenquin bastante buenos también, y los postres deliciosos. La tarta de queso lleva queso azul y le da un toque diferente. Arriesgado, solo para amantes del queso. La tarta de zanahoria riquísima.

Una maravilla tanto la comida, como su personal. Pedimos las croquetas de rabo de toro con salsa de setas, las alcachofas fritas con calamaritos y el arroz de ibéricos, todo espectacular y exquisito. De postre elegimos bizcocho de calabaza, una auténtica delicatessen. Y por supuesto una mención a Sergio, el chico que nos atendió, súper atento y profesionalidad. Recomendable 100%.

Buen restaurante que no defrauda. Estaba muy buena la ensaladilla de bogavante, las croquetas y el postre; el ceviche de pulpo, aunque interesante, estaba escaso de pulpo (y se resentia en el sabor final). Los vinos (que eran locales) curiosos, pero quizás no los más acordes a los platos. El personal muy atento y agradable, se notaba que eran buenos profesionales. En todo caso, merece la pena ir.

Buena experiencia. El servicio es estupendo, muy atentos y eficientes. El ambiente acogedor, bien decorado con un toque informal, sin embargo hacía calor dentro a pesar del aire acondicionado. La comida buena pero sin grandes sorpresas positivas, estaba todo bueno sin destacar, la ventresca de atún que era quizás lo más sencillo que pedimos y lo que mejor estaba. El resto (croquetas, raviolis y brioche) las valoraría con un 6. Relación calidad precio no muy buena, platos pequeños.

Cocina original y bien ejecutada. Buen servicio y local de ambiente agradable. Me gusto especialmente el saam de langostinos con salsa picante y el bizcocho de calabaza con queso, miel y helado de palo cortado. Volvería? Posiblemente sí. Repetiría algunos platos y me quedé con ganas de probar otros.