Gure Bar

El sábado por la mañana, mi novio y yo decidimos ir a este lugar con antojo de una deliciosa tortilla de patata. Al llegar al bar, preguntamos al camarero si la tenían, y con una sonrisa nos confirmó que sí, añadiendo que nos encantaría. ¡Y vaya si acertó! La tortilla estaba simplemente exquisita. Lamentablemente, debido a nuestras prisas, no pudimos pedir una segunda porción, pero sin duda alguna, volveremos pronto para disfrutarla de nuevo. ¡Un rotundo 10 para la tortilla de patata! Precio de la tortilla: 2.5€

Este bar ofrece una experiencia gastronómica excepcional, especialmente cuando se trata de su tortilla de patatas. La calidad y el sabor de este plato son simplemente espectaculares. Con una textura perfectamente cocida y un sabor auténtico, es difícil resistirse a pedir una segunda ración. Sin duda, este bar se destaca como un destino imprescindible para disfrutar de una deliciosa tortilla de patatas.

Un bar y restaurante con una zona amplia que han dejado diáfana para que la gente tome sus pinchos y consumiciones en la barra. Hay no obstante algunas mesas y sillas en la pared, y al fondo un pequeño y coqueto salón con paredes estampadas y revestidas en madera, hay un personal muy atento y me atendieron todos ellos cuando vieron que necesitaba algo, hacen comida casera, bien cocinada y algún postre típicamente vasco, como una crema tostada con base de bizcocho y nata montada, y unas cazuelitas con las que reponer fuerzas si no tienes mucha hambre, y unas generosas ensaladas con vegetales que parecen frescos y naturales. Fuera hay una amplia terraza parcialmente cerrada, que da a una avenida algo estrecha pero agradable, y prácticamente enfrente está el Museo Guggenheim y la Universidad de Deusto y un bonito parque junto a la ría.