Meson Salmantina

Fui en verano y fue una de las mejores experiencias por Valladolid. De hecho fui en dos ocasiones. La primera fue por casualidad, ya que tenía que esperar a un compañero mientras él estaba en el médico (es el edificio de enfrente). Esa vez, solo me pedí un café y un croissant. Todo correcto (Mencionar que el camarero te lo trae a la terraza). La segunda vez que fuí, ví que había muchos pintxos en la barra, y decidí escoger el de mini-cachopo. Ahí fue cuando me explotó la cabeza… Estaban brutales!!! Sin duda volveré cuando vuelva a pisar estas preciosas tierras Castellanas. Volveré - Diego Verdaguer

Estuvimos este finde por campeonato voleibol. De camino a polideportivo y paramos en Meson Salmantina... Desde primer momento atención perfecta... Tiene diferente tapeo para elegir, también menú que se ve hecho a diario Sábado sin avisar y al completo, que nos dieron mesa y pedimos ensaladilla (muy solicitada) que nos reservaron. Trato excelente de Javi, Caty, con su camarero que prepara platos riquísimos dentro de menu(ensaladilla x ej) precio muy razonado a día de hoy, amabilidad y principalmente que nos hicieron sentirnos como en casa!! Recomendamos sin dudarlo 100 x 100 Volveremos

Un buen menú, con primero, segundo, postre, café y también vino / gaseosa o agua, una cocinera muy maja, que hace unas comidas excelentes y caseras, unos camareros atentos y con mucha gracia, todos saben hacerte sentir como en casa, un guiso, un cachopo y un yogur buenísimos, el vino y el café también ricos, repetiría sin duda

Estabamos buscando un sitio para descansar después de una consulta en el médico y nos sorprendió muchísimo. Pedimos el menú del día y nos sirvieron un estofado con un caldo delicioso, tenía un cuerpo increíble y nos quitó todo el frío del golpe, el cachopo tierno a más no poder por dentro y crujiente por fuera, patatas y salsita deliciosas y para rematar, un yogur natural casero con un sirope riquísimo. No sé que decir... La cheff ha sido un cielo, Javier ha sido majísimo, nos han alegrado la mañana y el otro camarero igual, nos han atendido estupendamente y nos han tratado como si fuesemos de la familia a pesar de que era la primera vez que ibamos. Ojalá todos los sitios tratasen con la misma hospitalidad, sin duda repetiremos, ya tenemos lugar fijo.

Está enfrente del centro de salud y fuimos a desayunar después de un análisis. Es un sitio espacioso con decoración clásica, todo limpio y muy agradable. La bollería es del día y de buena calidad (donuts y pepitos de Panrico). Aunque había mucha gente pidiendo desayunos y los camareros no daban a basto, el trato fue excelente. Volveremos.