Bar Los Chiquitos

Soy cliente fiel desde hace 30 años. Yo fui una de esas personas que consumimos los FAMOSOS CHIQUITOS Y CORTITOS, jugando a pagarla el anterior del que la terminara. He quedado en LOS CHIQUITOS, Y HE TERMINADO EN LOS CHIQUITOS. JAJAJA. Entonces cocinaban DE ESCÁNDALO EN ESA MINI COCINA. Y HOY SIGUEN HACIÉNDOLO. Hace unos Domingos viniendo del rastro con un amigo, paramos para tomar algo y .... Como siempre, una oreja, y unos chopitos, y un zarajo. O sea. Pá casa COMIDOS. Café y cigarro en el barrio y. Como nuevo. Gracias

Primera vez en Madrid. Este no era el lugar al que me dirigía originalmente pero fue en esta esquina que nos ganó el hambre, el destino tiene formas curiosas de trabajar. Como mexicano no tengo ni la más mínima idea de lo que significaba el menú, por puros nervios pedimos un bocadillo de calamar, un bocadillo de chorizo y unas patatas bravas. Mi dios que delicia de comida, el lugar no se ve como nada particularmente delicioso pero así suelen ser las gemas ocultas, el pan suave, el calamar crujiente y fresco nos enamoraron a la primera mordida. Del chorizo ni se diga, que forma de hacer un sabor al que estoy tan acostumbrado, de una manera deliciosa y desconocida. Volví a conocer el chorizo. Sobre las patatas bravas, no tenía una expectativa o incluso alguna referencia de sabor y tontamente al ir a otros restaurantes en mi estadía en Madrid pensé que todas sabrían igual. Las mejores que probé sin lugar a duda. Vine dos veces, en cuanto llegue y justo antes de irme. Me marcho del país, hasta la próxima Los Chiquitos, ya los echo de menos!

Bar de raciones cerca de la Glorieta de Embajadores. Probamos las patatas bravas, y los torreznos. Las patatas estaban muy ricas. Fritas por fuera y blanditas por dentro, y la salsa muy rica. Son rápidos atendiendo pero la simpatía brilla un poco por su ausencia... Excepto el hombre que está en la zona de cocina, que era muy majo. De paso, no está mal.

Sorpresa de bar. Aunque realmente es el típico sitio que crees que va a ser, y lo es. La cerveza es águila, pero la tiran muy bien. Las raciones son generosas y de verdad que te llevan a un Madrid ochentero. La oreja a la plancha, creo que la mejor que he comido en mi vida. Los callos exquisitos, a mi gusto le faltaba un pelin de picante, pero de traca. En fin, para volver.