Normal

Todo me ha parecido muy por encima de “normal” aquí. Una carta diversa pero no excesivamente larga, opciones que mezclan producto y concepto, salí más que satisfecho. La berenjena a la brasa es la mejor que he probado nunca, equilibrada, sorprendente. El canelón de pato sin ser revolucionario, funciona perfectamente. La sorpresa fue el postre, el “cromatismo” de otoño mezclando helado de yema, granizado de cítricos y otras texturas. El ambiente del local y el personal acogen y te hacen sentir más cómodo. La oferta de vinos es amplia y para todos los gustos y bolsillos. Excelente en todos los sentidos.

Restaurante de los hermanos Roca situado en el casco antiguo de Girona. Pedimos vermut, casero; afrutado y muy rico (nos recordaba un poco al pacharán). Empezamos con unas croquetas de leche de oveja y jamón (muy ricas, no saben a oveja) y la berenjena asada. De platos pedimos el solomillo Wellington y el fricandó de ternera, todo muy rico. También probamos el gazpacho de aceitunas (sin pescado porque lo pidió una persona vegetariana). Los postres muy ricos, probamos coulant, creme brulé y tarta al Whisky. El servicio muy atento, la comida muy rica.

Hoy hemos ido a comer para celebrar nuestro anivesario y no hemos podido elegir mejor. Elegimos el menú de Sant Narcis y estaba todo espectacular, recomiendo 100% si estáis por Girona pasaros, no os vais arrepentir, lo único que no vimos a ninguno de los hermanos roca, pero vamos a volver a ver si tenemos más suerte.

Si estás por la zona no dejes de acercarte si tienes suerte de conseguir reserva. Local con poquitas mesas, lo que le da un ambiente tranquilo y agradable y un trato exquisito. Un placer para el paladar, producto inmejorable y la magia de los hermanos Roca. Un 10 en todo y tener la suerte de que Jordi Roca aparezca por allí como nos ocurrió a nosotros es el broche de oro.

Pretende ser normal, pero la profesionalidad que se respira nada más entrar al local anticipa que la velada no va a ser normal... En efecto, servicio impecable, decoración mínimalista y elegante y comida a la altura del grupo al que pertenece. Empezando por la sensacional cerveza tostada de la casa, La garrofera (5€), y siguiendo con las aceitunas o el aceite de aperitivo. De primero tomé el paté de campaña con foie mi cuit y pistachos (14€), que resulta delicioso puesto sobre el estupendo pan tostado que le acompaña, así como con la mini ensalada de aliño. Más "normal", pero estupendo, el cochinillo a baja temperatura acompañado de una pequeña macedonia (26€). Detalles de buen trato con las mascotas... Por todo ello, merecerá la pena repetir en este lujo tan accesible.

Ubicado en pleno casco histórico de la ciudad, se abre como una experiencia Normal cuando es todo lo contrario. Es una auténtica visita obligada. Comimos croquetas de leche cruda, fideo a la cazuela con costilla de cerdo ibérico y bogavante para dos, coulant y café. Una absoluta maravilla, desde la atención del personal, pasando por la tranquilidad en el local, la calidad de la comida y el precio, siempre en relación con el producto (que es muy bueno ) y la cantidad.

Una auténtica maravilla. Un sitio de muy alto standing a un precio más asequible. Una propuesta excelente para probar la cocina de calidad de los Roca sin necesidad de un menú degustación. Pudimos probar la mayoría de platos de la carta, y sin duda la tortilla de gambas de Palamós fue lo más espectacular. Todos los ingredientes son frescos y excelentes, lo que hace que cada plato sea una experiencia única, pero no tan extravagante como en el resto de restaurantes del grupo. El restaurante está bien decorado y tiene 2 salas para distribuir a los comensales y el personal es muy amable y siempre dispuesto a hacer recomendaciones. 100% recomendable para quien busque una experiencia culinaria.

Vinimos a Girona a disfrutar de la gastronomía de los hermanos Roca. Hoy comenzamos con el local "pequeño" Normal, en el centro antiguo de la ciudad. Pedimos para compartir y así poder probar la mayoría de los platos de la carta. Simplemente espectacular, recomiendo esta experiencia gastronómica por sus texturas, sabores, olores... El servicio muy atento y educado, nos ayudaron a escoger y explicaron todo lo que les pedimos.

La nueva apuesta de los hermanos Roca en el centro histórico de la ciudad de Girona. Al llevar las expectativas altas, puede ser que nos quedáramos con un punto de desencanto. Ojo, que la atención por parte del personal fue fantástica y la comida estuvo bastante bien, con buen producto y cocina de siempre con toque vanguardista, pero a lo mejor esperábamos un poco más. Pedimos: 👉 croquetas de leche de oveja con jamón ibérico. Muy cremosas y crujientes ✨✨ 👉 tortilla Sacha de carpaccio de gamba roja y jugo de su cabeza. Muy original y gustosa ✨✨ 👉 fricandó de carrillada de ternera con setas. Sabroso ✨✨ 👉 arroz del día, con calabaza y butifarra. Bien ✨ 👉 terrina de peus de porc con espardenyes. Buena combinación que me ha gustado mucho. ✨✨✨ 👉 torrija de panettone con helado ✨ Ah, y nos ha encantado el vermut de la casa