Mala Vida

Todo fue realmente perfecto! La mesa estupenda, situada en la zona de arena, mirando el mar, todo impecable, limpio y bonito, el edificio espectacular. La comida brutal, producto fresco, bien tratado y de temporada además de muy bien presentado algo justas las cantidades pero si algo hay que destacar mas aún es la atención el servicio y su profesionalidad, pedazo equipo de sala! Especialmente Mario Solo regresaría por ellos El aparcamiento es difícil, pero se puede acceder hasta la misma puerta en coche para dejar niños o gente mayor y luego aparcas! ( tienen un parking concertado ) Si llamas y no te responden, luego te devuelven la llamada son demasiado !!! Éxito absoluto Gracias

Calidad precio razonable por la ubicación a pie de playa y la verdad que el sitio está bien ambientado. El servicio al principio bien la pega es que se van desinflando a lo largo del servicio empiezan atentos y luego desaparecen nos estaban diciendo que en 15 min cerraban y no teníamos ni los postres ni los cafés.... Yo entiendo el cansancio del personal pero si hubieran venido antes atendernos y tomar nota de los Postres y los cafes se podrían haber evitado esa situación.

Fuimos un grupo de seis personas, y decidimos que lo mejor sería pedir platos para compartir. Todo, todos los que pedimos estaban buenísimos: las croquetas de setas, el tataki de atún, los pulpitos, carpacio de lubina... todos han sido un acierto. Los postres, igual de ricos, recomiendo la tarta de queso con mermelada de frutos rojos. El staff, muy simpáticos, rápidos, atentos y profesionales. El local, ubicación inmejorable, cenar escuchando las olas rompiendo en la orilla de la playa. La única pega que le pongo, las opciones de cerveza. Heineken de barril? En serio? Y Amstel em botella, por lo menos hay la especial, menos mal. Pero creo que lo pueden mejorar. Es un sitio donde seguramente repetiré. Se recomienda hacer reserva, es un local muy concurrido.

Local súper agradable y buena comida. Nos sorprendió cuando fuimos porque nos dijeron que solo les quedaba mesa para las 15,15h y cuando llegamos la mitad del restaurante estaba vacío. Pero nos tocó una buena mesa, al lado de la playa, entre l valla se veía el mar y se oían las olas. Pedimos varias cosas para picar, anchoas, chipirones, calamares a la andaluza, pulpo a la brasa,… y todo perfecto. De segundo arroz negro y arroz la “donzella” y estaban muy ricos, pero no estaban muy calientes. Los postres deliciosos, tarta tatin y de chocolate.

Restaurante a pie de playa. Hemos acudido para celebrar un cumpleaños. Fuimos para celebrarlo con un grupo de amigos por la noche y con otro grupo de amigos para comer. Hay que reconocer que el restaurante gana de goleada de día. De noche cenamos en un comedor interior al lado de la playa pero con las ventanas abiertas, pudiendo escuchar el romper de las olas. De día comimos en lo que ellos llaman "el chiringuito". Pedimos comer con los pies en la arena. El día era soleado pero tienen toda la zona cercada y atechada con tablones, por lo que se dispone de vistas preciosas a la playa y al mismo tiempo sobra. Si es tu primera vez, desde luego te recomiendo que vayas a comer. Se nota que la gente ya lo sabe, ya que de día el restaurante estaba muchísimo más lleno que de noche. Eso si, está al otro lado de la vía de tren, por lo que si vas en coche ves con tiempo para buscar aparcamiento. Si no tienes suerte hay un parking de pago a unos 5 minutos a pie. El restaurante no es económico. Tienes pescados del día y el marisco es fresco. Como es lógico, hay platos mejores y otros peores. La clave está en saber que pedir. Sin lugar a dudas, la paella la doncella y la fideua no fallan. El precio medio por persona es de unos 50 euros. Sin lugar a dudas, es un lugar para repetir.