Black Salad

Restaurante vegano que me gustó mucho. Fui a por comida para llevar. A la hora hecho. Incluso terminaron de componer el gazpacho allá para que no se empapasen los noodles y se reblandecieran mucho. Atentas ambas chicas que me atendieron. Siempre una sonrisa. Riquísima la comida. Y por 20€ un menú vegano....no sé si habrá otro sitio! Estaba lleno y había cola para entrar y estaban intentando cuadrar mesas. Por algo sera

Un lugar con ambiente acogedor, personal muy atento y eficiente, en el que disfrutar de un menú de gran calidad a un precio muy razonable. Se recomienda reservar porque debido a su éxito están bastante llenos, en mi caso tuve la opción de degustar los platos en barra porque no había reservado y fueron muy considerados al ofrecerme esa posibilidad creando un espacio diferenciado y acogedor mediante el uso de decoración vegetal (lo cual es un toque curioso que se agradece). Trabajan con una materia prima de calidad y tienen muy buena mano para finalizar unos platos sabrosos y originales. Te reciben con una tosta untada con diferentes cremas/patés vegetales según el día, a cada cual más buena. Luego primer plato, segundo y postre con los que terminarás completamente satisfecho si eres de buen comer, si no eres capaz de terminarte algo te lo puedes llevar para acabarlo en casa por veinte céntimos del envase. También preparan comida para llevar.

La calidad y elaboración de los platos es de cinco estrellas, bien elaborados y variados. El servicio no fue bueno porque ante varias preguntas sobre algunos ingredientes la camarera no supo responder y lo que es peor tampoco se preocupó de averiguarlo. Lo peor fue el ambiente, habia un grupo muy grande, demasiado para el tamaño del comedor y el ruido hacia imposible mantener una conversación, así como sentarse confortablemente

Hacía demasiado calor. Productos de calidad muy bien elaborados hacen un menú diferente y apetecible. El personal también es excelente. Un fallo: por 20€ que cuesta debería incluir una copa de vino o una cerveza, refresco, ... Hay turnos para comer de una hora, por lo que, con la conversación, es poco tiempo. Sin embargo, después de correr, tuvimos suerte y pudimos quedarnos unos minutos más