Joaquin Schmidt

Una experiencia para hacer al menos una vez en la vida. Mas que un restaurante podemos decir que vamos a casa de un AMIGO a que nos muestre su pasión por la cocina. Te recibe el propio Joaquín al ritmo de Tom Waits sonando de fondo en una casa muy acogedora, decorada de forma muy personal, donde vemos sus libros, comics, cuadros, figuras... Desde el primer momento ya sientes el ambiente intimo, con la luz justa, el volumen de la música perfecto, ideal para mantener una conversación con tu pareja. Olvídate del concepto de restaurante, en cuanto entres por la puerta, déjate llevar. Aquí llegas, charlas con Joaquín y lo único que vas a decidir es la bebida con la que vas a acompañar los platos. Platos que son una sorpresa tras otra, divertidos, sorprendentes, con sabores de toda la vida reconvertidos para jugar con las texturas en el paladar y los olores. Platos en su justa medida, de cantidad y variedad. No subo fotos de los platos porque pienso que se debería ir a casa de Joaquín sin ver ningún plato antes.

Se trata de un restaurante de autor, muy especial, en el que, literalmente entras en su mundo, en su entorno, en sus ideas, en su forma de ver la vida y de hacer las cosas y por supuesto de cocinar. Joaquín te recibe personalmente y la decoración del local te hace sentir que realmente estás en su casa que hace tuya por unas horas. Mágico. La comida es excelente, sorprendente, maravillosa. Sencilla y compleja a la vez. De combinaciones curiosas, presentaciones imposibles y sabores inolvidables. Tomamos un menú degustación que pusimos en manos de Joaquín y del que no pudimos salir más satisfechos. Cada plato era una historia cada historia un motivo para comerlo. Cada bocado tenía un sentido.. Todo tiene un sentido para Joaquín. Un restaurante de obligada visita para quiénes disfrutamos de la gastronomía creativa.