La Esquinica

Este restaurante de barrio resultó ser una agradable sorpresa que superó con creces nuestras expectativas. Desde el momento en que cruzamos la puerta, quedamos impresionados por su estilo moderno y único. En un entorno de restaurante de barrio, este lugar se destacaba por su diseño contemporáneo y una atmósfera que invitaba a disfrutar de una experiencia culinaria especial. La camarera merece un reconocimiento especial. A pesar de tener bastantes pedidos para llevar, siempre se mostró amable y atenta a lo que necesitábamos. Su actitud profesional y su capacidad para ofrecer un servicio de calidad en medio de una ajetreada noche hicieron que nos sintiéramos bienvenidos y atendidos. Lo que realmente nos dejó impresionados fue la cena de tapeo. Cada plato que probamos era un verdadero placer para el paladar. La croqueta de manzana y cochinillo se destacó por su sabor excepcional y su presentación impecable. Las puntillas estaban crujientes y deliciosas, una verdadera delicia para los amantes de los mariscos. La sepia, jugosa y llena de sabor, demostró la habilidad de la cocina para resaltar los ingredientes de la mejor manera posible. Además de la calidad de la comida, el servicio fue rápido y eficiente, lo que hizo que la velada fuera aún más agradable. A pesar de la afluencia de clientes, no tuvimos que esperar mucho tiempo para que se sirviera cada plato, lo que es una verdadera ventaja cuando se trata de una cena relajada. En resumen, este restaurante de barrio nos sorprendió gratamente con su estilo moderno y su cocina excepcional. La amabilidad de la camarera y la calidad de la comida, con platos como la croqueta de manzana y cochinillo, las puntillas crujientes y la sabrosa sepia, hacen que sea un lugar al que definitivamente planeamos regresar en el futuro. Una experiencia culinaria que no se debe pasar por alto.