Mesón Las Torres

Comida: variada y buena calidad-precio Alergias e intolerancias: excelente Servicio: excepcional, salvo una camarera joven. La variedad de la carta es perfecta incluso con los comensales que íbamos (una celíaca y una intolerante a la lactosa) ambas comieron sin problema. Un detalle de calidad y de mucho valor humano es que ante otros establecimientos cuando la comensal intolerante a la lactosa preguntó por la composición de uno de los ingredientes (hay lactosa en lugares insospechados) un caballero detrás de la barra salió a por el ingrediente al almacén y le mostró la composición de la etiqueta para más tranquilidad. Cosa que agradecimos todos muchísimo y que por esa misma razón recomendamos. Además, salvo una excepción, el personal amable y educado. El único aspecto negativo que además nos sorprendió por todo lo que relato anteriormente fue el trato de una camarera joven. La mujer perdió las formas con varias mesas. Llegó una familia muy grande y les negó la posibilidad de unir dos mesas en la misma línea sin estorbar el paso de la acera porque, gritando: “eso nunca se había hecho” la familia tuvo que comer en dos mesas separadas. Cuando ocurrió con la segunda familia muy numerosa que llegó, un camarero más cabal permitió que se unieran las mesas para que pudieran disfrutar del servicio y la comida juntos. Cuando llegó nuestro momento de abonar la cuenta, además del datáfono, solicitamos vasos de agua (nuestra cuenta fue acorde a comer bien y beber mejor), pero nos sorprendió la sed de tanto comer. La camarera joven, después de solicitarle los vasos de agua en varias ocasiones nos trajo el datáfono y nos dijo con tono de sorna:“Como está la barra ahora mismo voy a ir a pedir vasos de agua” y se dispuso a cobrarnos. Así que debido a las malas formas acumuladas, tuvimos a bien contestarle que: “Como está mi banco ahora mismo voy a pedirle a la tarjeta que pague”. A lo que ella gritó: “Pues a la ****, a esperar” y se fue haciendo gestos con las manos. Esperamos y cuando nos preguntó uno de los camareros le explicamos la situación, nos trajo los vasos de agua y nos cobró. Sabemos de sobra que el trato de cara al público es complicado, pero la mala educación en ambos sentidos es inconcebible. Si somos educados, (como debe ser) esperamos lo mismo. Definitivamente es una pena que por una persona se enturbie el excelente trato del resto del personal y la calidad del lugar. Agradecemos muchísimo el servicio, lo recomendamos y volveremos. Con suerte, no nos atenderá ella.

Una vez pedido, la comida vino en dos minutos (lo cual está bien salvo que no quepamos en la mesa, se puede ir trayendo poco a poco). Muy rica la ensaladilla y el san jacobo, la berenjena podría venir sin piel. Bien de precio. Como curiosidad había dos listas, una para el salón y otra fuera, y no había menos que medias raciones al ser festivo.

Probamos este restaurante porque vimos buenas referencias y queríamos probar en algún sitio nuevo. Desde luego, no nos decepcionó. Tanto la comida como el servicio fueron excelentes. Por poner un pero... la imposibilidad de reservar por teléfono, ya que no somos de Sevilla y es por orden de llegada. Esperamos un ratito, poco más de media hora, y sin problema. Merece la pena. Volveremos sin duda porque nos quedamos con ganas de probar muchas cosas 😃

Comida en general está todo muy bueno, platos bien presentados y con buenas cantidades, me encanta que los botellines de refresco lo sirvan en botellín grande. La comida sale bastante ligera y tiene mucha variedad tanto de comida como de postres, aconsejo la carrillada y el rulo de cabra. Opciones de mesa tanto en terracita si el tiempo acompaña o en el salón interior que no es muy grande pero las 3 veces que he ido siempre ha ávido sitio...

Fuimos a cenar mi pareja y yo. Nos recomendaron unas gyozas de gamba (2da foto), que sin más, estaban ricas pero no las pediría de nuevo, los camarones fritos que tenia de acompañamiento si que estaban muy ricos. También pedimos un churrasco (primera foto) que por 5 euros esta genial, mi novia no se lo terminó (aunque ella suele comer poco) pero le encanto. Y yo me pedí la hamburguesa iberica (la del pan negro, 12 euros), que estaba fuera de carta, junto a otras 2 hamburguesas fuera de carta, pero con muy buena pinta también. De beber pedimos un vino tinto y una cerveza. Nos salio la cena por 28 euros más o menos. Bastante rica la comida y yo me quede bastante lleno, repetiría sin dudarlo, es un sitio que me ha gustado bastante. Vinimos aquí por la cercania a nuestro hotel (Hotel hilton garden) y no nos arrepentimos. Gracias, volveremos.

Comida de calidad, variedad de tapas, rapidez en el servicio, buen precio, lo tiene todo para seguir repitiendo una y otra vez 😃, todo lo que pidas viene de golpe por lo que mejor ir pidiendo poco a poco. Las medias raciones son caras para la cantidad, sale más a cuentas pedir tapas. No recomendaría la hamburguesa 🍔 carne con poca grasa y muy hecha.