Marisquería Liñán

Un bar restaurante de barrio con marisco fresco y buenas raciones. Estaba todo reservado pero nos dejaron comer hasta la hora de las reservas. El personal muy amable y rápidos. Bebimos macetas y comimos unas gambas rojas deliciosas. Las anchoas buenísimas y el pincho de carne tambien. Muy bien de precio.

Ubicada en el popular barrio de la Trinidad, esta marisquería se encuentra siempre llena, así que a menos que hayamos reservado o vayamos muy temprano, comer allí es tarea imposible; ya lo habíamos intentado varias veces sin éxito, pero en esta ocasión era la una de la tarde, y aunque estaba todo reservado nos permitieron acomodarnos en una mesa que tenía la reserva a las 14.30. Su carta es bastante reducida, un total de 23 platos, todos de marisco o pescado a la plancha; en este lugar no hay pescado frito y como excepción encontramos pinchito de solomillo, el único plato de carne que ofrecen. Su especialidad es el pulpo a la plancha, pero al parecer es por encargo. Nosotros pedimos dos raciones de rosada a la plancha, una ración de gambas cocidas, unas gambas al pil pil y un pinchito de solomillo. Con una maceta de cerveza y dos tintos de verano, la cuenta fue de 36,60 € para tres personas. Todo muy bien, la comida muy buena y la atención muy correcta. Tendremos que volver para probar el pulpo.

Hay que ir sin prisas pero con ganas de comer bien a un precio razonable, el personal vuela atendiendo una barra pequeña que no da más de sí. Con todo, tapeas fenomenal, mientras, codo con codo, debates con tu vecino cosas sobre la vida y la muerte. Quizás te toque al lado un asiático que mira el ambiente con cara de asombro.