El Parnaso

Buscando un refugio por Madrid encontré este lugar escondido entre sus calles. Incluso antes de entrar, un camarero ya me estaba alentando a encontrar ese sitio calentito en un rincón de su hogar. Me recomendaron un cóctel de margarita para entrar en calor y no pude quedar más que encantada. Los camareros son súper amables, el barman profesional y exquisito con cualquier sugerencia, y el cocinero, filipino, súper gentil y encantador. Me agradó el lugar. Sin duda repetiría.

Bar entre Tirso de Molina y La latina con buen ambiente. Presenta dos plantas además de posible terraza. La parte superior para grupos de personas pequeños y la parte inferior tras bajar por unas escaleras para grupos de 10 personas o más (nosotros fuimos como unos 15). Camareros muy cercanos y majos con muy buen control en las comandas y en el tema de pagos. Además el local aunque muy exagerado en ornamentación y detalles tiene muchísimas cosas que andar cotilleando para las personas apasionadas en temas de coleccionismo (cuadros, estatuas, relojes, marionetas, arquitectura, etc). Ambiente: 10/10 Local y belleza: (A quién le guste lo muy ornamentado según las fotos) 10/10 Carta: (Lo que vi por encima hamburguesas 8/10) Precios: 7/10 (Algo costoso) en precios unitarios pero en precios grupales asequibles. Trato al cliente: 10/10 Nota media: 9/10 Bar recomendable aunque cocina cierra a las 23:00-23:30h, donde poder ir a tomar algo en plan de tranquis con tu bebida y un picoteo (en nuestro caso palomitas) que te llevan. Veremos qué tal cuando volvamos a asistir al local en otro momento.

Café y bar de raciones y de cócteles (horario de 11:00-2:30) en la plaza del Cascorro (en el mismo Rastro). Data del año 1988, pero se hizo recreando los antiguos cafés de principios del siglo pasado. Por dentro es precioso! Es entrar a un auténtico museo: estatuas, instrumentos de música, grifos de cerveza súper antiguos, etc .... Da gusto tomarse aquí alguna ración (tiene una buena nota en las reseñas), el café normal.