Bar Supremo

Bar filipino auténtico, al que sólo van casi exclusivamente personas de Filipinas, lo cual le da el sello de calidad. La carta está en filipino y no se entiende nada, pero si te dejas aconsejar por las camareras, diciendo un poco lo que quieres, te sorprenderán. Todo muy rico, sabroso, casero y tradicional. No sabes exactamente cómo se llama lo que comes, pero no lleva nada raro. Arroz blanco para acompañar. Unos fideos con verduras y cerdo que estaban muy buenos, y un plato con oreja y trozos de cerdo fritos con un huevo que sale crepitando de la cocina y va friendo el huevo con el calor. Como digo, todo delicioso. Lo mejor de todo es que es súper barato, pagamos 15€ por todo. Las camareras son muy majas, hablan poco español pero te tratan de la mejor manera posible y si les dejas que elijan los platos, eligen bien. Un sitio para ir a sorprenderse y probar nuevas culturas y gastronomías sin muchas más pretensiones. El local está puesto sencillo, como un bar cualquiera que desde fuera no llama la atención, pero como digo, está lleno de gente de Filipinas que va allí a comer. Merece la pena aventurarse en un sitio así.

El personal súper agradable, nos ha recomendado los mejores platos y ha estado muy atento con nosotras, preocupándose de que todo es tu iera perfecto. El precio es súper barato y las cantidades abundantes. Es comida filipina casera. El local es familiar. Os recomiendo venir. Mis platos favoritos son los rollitos, las brochetas y el pancit.