Tartuffo

Local pequeño pero acogedor. El personal muy amable y atento. Llegamos tarde pero nos buscaron una mesa y apenas tuvimos que esperar. Las pizzas son grandes y buenísimas, con una masa esponjosa y bordes crujientes. Ingredientes de calidad. Precio genial. La de Rúcula y Straciatella es un acierto seguro 👏🏻

¡Cómo ha cambiado! Se nota la mano de Alesi en la cocina, totalmente reformado. Es entrar y parece que estás en Napoles, pequeño, coqueto, agradable. Una pasada con Mahou de barril, se hace parada imprescindible. La Pizza estaba riquísima, no puedo por más que volver y repetir. No pases de largo y vive Napoles allí.

Fuimos cuatro a cenar a este minúsculo restaurante y estuvimos muy agusto. Manuel el camarero estuvo muy simpático y atento a nuestra mesa. De comer pedimos unos panzerotti de entrantes (con exceso de aceite en mi opinión) y una pizza carbonara y otra de rúcula y burrata como platos fuertes (esta segunda estaba aliñada con la cantidad perfecta de un perfecto pesto y tenía una masa ligera y crujiente).En cuanto al postre unos fuimos de choconocciola y otro solitario se "arriesgó" con el tiramisu casero (exquisito según el comensal), todo muy disfrutable.