Zombie Bar

La limpieza del lugar deja mucho que desear. Entiendo la temática pero la limpieza en un restaurante es fundamental y en este sitio la suciedad la ocultan con luz tenue. Esta rico el sabor pero le ponen carne en exceso (una brutalidad) lo que hace que no se disfrute bien, supongo que es para justificar el precio puesto que es muy elevado y su forma de equilibrar el producto es aumentando deliberadamente la porción. No habría tanto problema con esto si al menos fuera una buena carne pero tiene muchos restos de huesos que no te permiten disfrutar la comida pues al masticarlos creí q me romperían un diente y me hicieron sentir que verdaderamente estaba comiendo como zombie. Tal vez la carne también sea temática 🤷🏼‍♀️

No es la primera vez que vengo y siempre el trato es genial. Me encanta porque la comida es de calidad y casera y todas las hamburguesas tienen opción vegana, cosa que es de agradecer. El precio muy asequible comparando calidad precio, con otras marcas conocidas. La cuenta en el VHS es un detallazo siempre. Cuando no se dónde comer, siempre vengo aquí.

Atención por parte de la camarera pésima, sentados a una mesa sin informarnos que teníamos que abandonarla en menos de 1h. Todo ello precedido por prisas y malos modos a la hora de atender. Resolviendo teniendo que irnos a buscar la vida y la cena a otro sitio. No soy un señorito, pero siendo cliente si exijo un mínimo del trabajo de cada persona.

Charles Lunch Local muy cool, lo suficientemente amplio para el espacio entre mesa y mesa. Pedimos: Guacamole: brutal, preparado en el momento. Los totopos infalibles, si te gusta, no dejes de pedirlo. Hamburguesa Holala: muy muuuy buena. Toque crunchy, cebolla caramelizada en su punto. Hamburguesa Homer: un clásico, muy buena. Sacado de los Simpsons. De beber pedimos dos Estrellas’s y dos dobles. Muy bien tiradas y frías. Isi nos recomendó muy bien. Servicio rápido y agradable. Por poner un pero, no tenían la cerveza pacifico, pero nada dramático. Precio: 23€/persona. ¡Volveremos!

Nada destacable como para repetir. Un local pequeño, con decoración urbana, pero sin nada reseñable. Sólo cuentan con 2 cervezas de tercio y 2 de barril, de las cuales cuando fuimos no quedaba una. No ponen ningún tipo de aperitivo y el ambiente general era bastante frío y poco acogedor. El precio por dos tercios y un nestea fue de 9,95€. Demasiado alto en mi opinión