Mantúa

Llegué con grandes expectativas después de haber leído las muchísimas reseñas que alaban Mantúa y si bien he de decir que quedé satisfecho me fui con un sabor agridulce. Para empezar el local es muy agradable, bien iluminado y con el suficiente espacio que permite estar cómodo las 3 horas que dura la degustación. El personal excepcional, amables y atentos a que no falte de nada, bien sincronizados, un 10. El menú es muy largo (Caliza), consta de 16 pasos y su duración aproximada es de 3 horas. Los platos, si bien es a gusto personal, estaban bien sin llegar a ser excelentes, pero lo que más me ha marcado la experiencia es que ninguno me haya sorprendido. Quizás, como dije al principio, iba con las expectativas demasiado altas, pero en mi opinión se queda a mitad de camino de lo que requiere un restaurante de esta categoría (para eso pagas el precio). Por último comentar que no me parece decoroso cobrar a los comensales un “servicio de agua” (3€ pax), que si bien es un precio “insignificante” creo que son detalles que emborronan la opinión de los clientes al pagar. O al menos a mí me lo parece.

Espectacular. Es todo lo que cabe esperar de un restaurante de esa categoría. Un menú muy correcto, no se hizo pesado, donde (obviamente por gustos) destacaron más unos platos que otros pero todo fue buenísimo. Mención especial al servicio, atentos en todo momento, amables y simpáticos (aparte de que tuvieron un detalle por ser una ocasión especial nuestra). Merecida estrella! Muy recomendable.

Hoy hemos celebrado nuestro aniversario, y que mejor manera que hacerlo en Mantúa, el templo de nuestro amigo Israel Ramos. Un espectáculo para los sentidos, en el cual hemos disfrutado como hacía mucho. Sabores de nuestra tierra multiplicado por 10 explotando en nuestro paladar. Sin duda, una referencia si quieres disfrutar de sabores únicos sin perder la esencia de nuestra tierra. Nuestra más sincera enhorabuena por que se nota que es vuestra pasión y eso lo transmitis a quien os visita. Deseando cambios en la carta para repetir😀

Tiene una Estrella Michelin y 2 Soles Repsol y se nota. El local es pequeño, acogedor y bien decorado. Probamos el menú degustación Arcilla (16 platos) y quedamos muy gratamente sorprendidos. Acabas muy bien, sin llenarte ni quedarte corto de comida. Todos los platos son muy sabrosos y sorprenden en boca. Sabores distintos en muchas elaboraciones. El personal muy atento y lo único que me faltó es que en la explicación de la comida fueran un poco más explícitos, pero eso puede ser apreciación mía. Fuimos un martes por la noche y había aparcamiento de sobra delante mismo de la puerta aunque hay un parking muy cerca. Volveré sin duda en cuanto tenga que volver por la zona.