Llumbre

Lugar agradable y muy acogedor, cuidando al milímetro todos y cada uno de los detalles, desde el buen gusto en la colocación de la mesa hasta la música. La materia prima de gran calidad lo que conlleva que el menú sea excelente. El servicio genial por su atención personalizada, explicando con maestría en qué consiste cada plato. Muy recomendable y volveremos sin duda.

Restaurante muy bonito y agradable, con rincones muy especiales que te hacen sentir como en casa. La comida IMPRESIONANTE, platos hechos con todo el mimo del mundo y la mejor presentación que te puedes imaginar. No les faltaba detalle y ademas Aida, la chica que te trae los platos y te los sirve también te los presenta de una forma única, informándote con todo detalle como se hizo el plato y en que consiste. Se nota el gran trabajo que hay detrás. Y la mano del chef Samuel insuperable, no tengo palabras para describirlo. Nosotros decidimos probar las croquetas de jamón como entrante y fueron las mejores croquetas que comí en mi vida, super cremosas. Seguimos con un espectacular arroz negro con gambas rojas que al morder notabas el toque ahumado, nunca comí un arroz igual, brutal! Nos decantamos por la picaña por recomendación de la chica y no defraudó en absoluto. Para terminar pedimos la torrija y el coulant de chocolate que venia acompañado de un helado de sorbete de naranja. No os podéis hacer a la idea de como estaba de bueno ese helado. La experiencia fue insuperable, nos encanto y volveremos muuuuchas veces hasta probar toda la carta, eso seguro. Os deseamos toda la suerte del mundo chicos, aunque estamos seguros de que no la vais a necesitar. Mil gracias por todo!!!!!

Vine a Gijón con la idea de probar el arroz con pitu caleya y en este sitio no me ha defraudado. Puedo decir más, como primera impresión del plato tendría que añadir que es notable. Cualquiera diría que es un arroz con pollo pero el pitu caleya es como una carne de caza, si se me permite; el arroz es servido en paella con similitudes en el tipo de arroz (bomba) y el trato y cuidado del producto denota generaciones de fogueo entre cocinas. Samuel, de la familia Castelao, el chef, hijo de la muy amable y atenta camarera y de su padre, predecesor y, me imagino que el que le da nombre al lugar, fueron y volverán a ser una parte de mi grata experiencia en Gijón. El local es mediano, acogedor y bonito. Mezcla, en cuanto a decoración, lo tradicional con lo moderno, muy luminoso y agradable de ver entre tanta taberna, riquísimo en vista y gusto.

Buen lugar, con una excelente relación calidad precio. Elegimos menú para los cuatro y casi no pudimos acabarlo, abundante servido y bien de sabor (si no estoy mal rondaba los 25 euros). El servicio es profesional y atento mientras que el lugar es acogedor, la carta pequeña por lo que te da una idea de que la cocina funciona bien. Recomendable, volveremos en un futuro

Muy buena experiencia, ambiente muy familiar, pedimos diferentes platos para probar, todos ellos con buena presentacion y trato amable por parte de la camarera, los tiempos de espera fueron bastante rapidos y el sitio estaba impecable. La comida muy buena, el cocinero propone platos modernos con una más que excelente mano de obra, cariño y cuidado. Los aromas y sabores son increibles, dignos de cualquier chef de alta cocina, el precio mas que razonable considerando la categoria de los platos, disponen de muchos platos en su carta asi como menus diarios y de fin de semana con buenas opciones. En definitiva muy buena opcion para comer por la zona!! Repetiríamos sin dudar