Casa Segundo

Restaurante merendero a pocos kilómetros de Gijón, lugar en el cual puedes degustar tanto platos tradicionales como una tapas sin complicaciones, es recomendable reservar mesa si quieres comer en el interior. La atención por parte del personal es fabulosa son muy amables y la relación calidad precio de 10, los callos buenísimos, el parking no es muy amplio pero en la carretera puedes aparcar sin problema. Para repetir.

Aficionada al hígado, no podía faltar pasarse por Casa Segundo. Recomendación de una amiga, nos aventuramos a ir. Admiten reservas en interior , solo cenas excepto sábados y domingos que dan de comer también. Tienen merendero y allí no se reserva, entras, pides y en hermosas bandejas te llevas las viandas, la bebida, el mantel , los platos… Reseñable el personal, con una atención realmente buena y acertados en sus recomendaciones. De cenar unas tapas; croquetas ( jamón bueno aunque las croquetas nada reseñable) calamares ( ricos, frescos y el rebozado sabroso) chorizo a la sidra( buen chorizo, bien cocido y bien desgrasado, recomendado!) hígado de ternera con patatas ( la estrella de la cena, producto de calidad al ajillo con patatas caseras de variedad excelente para freír ) y chipirones afogaos ( salsa sencilla pero rica, los chipirones podrían estar mejor limpios pero sabemos que siempre se escapa algo) Y culminamos con el postre; arroz con leche ( en su punto de azúcar, sabroso y cremoso, recomendable) y tarta de queso ( muy suave con el punto de la masa brutal que le da un toque espectacular) El interior con mucha distancia entre mesas, limpio y todas las medidas COVID, no esperéis un sitio elegante, la esencia de esos restaurantes/ bares de los 80 es encantadora y Casa Segundo lo tiene pero aquí puedes comer hasta en el suelo. En definitiva, podéis pasaros una buena comilona bien Agusto e iros sabiendo que volveréis.