Tanicos

Cocina mediterránea con productos de primera calidad muy bien elaborados. La degustación en este establecimiento gastronómico comenzó con unas aceitunas de la casa, y un pan tiernísimo con aceite oliva virgen extra picual; seguido por una media ración de pincelitos rellenos (una masa crujiente rellena de bacalao y gambas, con un sabor espectacular) y tomate con ventresca de atún en escabeche (una maravilla con esa salsita de escabeche). De plato principal un plato de carne: pluma ibérica, cortada en tiras, con una salsa cremosa de champiñones con guarnición de patatas fritas finas y verduras (un plato delicioso). El postre consistió en una sopa de chocolate blanco, presentada ligeramente fría, con la que disfruté muchísimo. Y por supuesto, café. La bebida que acompañó la comida: dos cervezas y agua mineral. El personal de sala muy bien, por su atención y profesionalidad. En definitiva, una comida estupenda.

Buen sitio para comer en Fuengirola. Platos bien elaborados y ricos. El salón se queda pequeño para tanta gente, sobre todo durante los días de cenas de Navidad, como fue nuestro caso. El personal tenía poco espacio para servir y el ruido del ambiente era elevado. El menú completo y variado, pero faltaron algunos detalles como un aperitivo mientras servían los entrantes, que tardaron bastante. Y tampoco me gustó que no tuvieran la idea de ofrecer un chupito o de invitar a café. Éramos más de 20 personas y dejamos una sustancial propina. Hay que cuidar esas pequeñas cosas para ser de 10. Por lo demás todo correcto.

Fuimos a comer para celebrar el cumpleaños de mi madre. El servicio y el local me parecieron excelentes, con camareros muy atentos y con mucho oficio. La comida estaba buena (sobretodo la urta, las almejas y los fideos), aunque nos decepcionaron algunas cosas. Pedimos un entrante que se llamaba "pincelitos de gambas y nosequé", o algo así, y eran como unas mini-samosas fritas rellenas de una pasta de gambas y con mermelada por encima. Un plato que no nos pareció a la altura del lugar y del resto de la comida, ya que era bastante burdo y de dudoso gusto. Por no hablar de que no valía lo que costaba, ni de lejos. Desgraciadamente, en el menú no te explican nada, ni te dicen qué ingredientes llevan los platos ni información sobre alergias. Eso me pareció muy pobre e inconveniente. Creo que es algo que deberían llevar todos los menús, como en la mayoría de los sitios, y no tener que pedir un menú especial porque no comes algún tipo de alimentos o preguntarle al camarero por cada plato que quieras saber qué lleva y cómo lo sirven. Es más fácil y práctico dar un poco más de información de cada plato en el menú, no sólo el nombre, y te ahorras malentendidos. Sobretodo si te vas a poner creativo con los nombres y luego vas a servir una cosa que ni se parece a lo que suena el nombre. Mi padre pidió un bacalao a la plancha con muy poco pique, porque le informaron de que picaba, y estaba bastante picante incluso para mi gusto, que estoy acostumbrado a la comida muy picante. La manera en que cocinaron el bacalao (con las especias hechas una costrita negra requemada encima del filete), personalmente, no me gusta. En general, la comida bastante buena, aunque me pareció sobrevalorado para esos precios. Me esperaba más. Y el entrante frito ese, que te lo sirven en cualquier lado, lo peor de todo. Sólo le faltaba la reducción de balsámico por encima. No se si me explico. Me pareció la típica catetada dulce-salada que le gusta a alguna gente. Un plato barato y de mal gusto, a un precio exorbitado.

Fantástico en Fuengirola Los chipirones perfectos, para morirse mojando en la salsa. Muy bien el lenguado de Conil y la presa con mojo picón. Servicio atento y majo, postre (semifrío cuajada con tocino de cielo) redondo y precio justo para la calidad global del restaurante. El pan también muy bien por cierto Parking complicado en la zona

Todo Perfecto, cenamos de lujo y atencion de 10 muy muy recomendable. Pincelitos magnificos, los Chipirones sublimes con una salsa de la de cargar pan, la carne tanto un emtrecort como un solomillo de primera. En los postres recomiendo la tarta de queso verdaderamente casera, con sabor a payoyo magnifico. La atención tanto de Carlos como de Sillvia de 10. Todo un descubrimiento en Fuengirola!!!