El Timon

Si vas a La Coruña y te gusta el chocolate con churros vete allí a desayunar. El chocolate está riquísimo, los churros tb, siempre está lleno pero el personal es muy amable y rápido y enseguida te acomodan, sirven y traen la cuenta. Una pena que no pudieran venderme una taza del local, la quería para mí madre que nació en Coruña.

Churros riquísimos, de los mejores, la única pega que le pondría es que son demasiado pequeños para mi gusto, pero acaba por no importar si te acostumbras y es un detalle característico. El chocolate no está mal, pero hay mejores. Hay mucha gente, da gracias si encuentras una mesa libre y no tienes que hacer cola. Aún así el servicio es bastante rápido. La ubicación tampoco está mal y el local es espacioso pero con la gente que tiene se agradecería que lo fuera más. Es recomendable ir.

Y por qué no le doy 5 estrellas en el total cuando si se las doy en todo? Resulta que hacía años que no iba por allí y me llevé una o por que no decirlo, dos decepciones. La primera fue ver que ya no estaba la gente de antes y había personal nuevo, lo que me hace entender que ha cambiado de dueños, aunque eso en principio no tendría por que ser malo y tal y como lo puntuo con 5 estrellas así es, un buen servicio. Pero aquí es donde viene mi segunda sorpresa y esta no tan grata. Me encuentro con que los churros, aún teniendo el mismo sabor y estando muy ricos, no son los míticos churros del Timón, aquellos churros largos y finos, característica única. Ahora pasaban a ser unos churros igual de finos pero más pequeños, me atrevería a decir que la mitad o incluso menos. Una pena volver después de tanto tiempo y encontrarme con estas dos sorpresas tan grandes, aunque sobre todo la segunda. Espero que algún día los churros del timon vuelvan a ser lo a eran.

Hay dos tipos de personas: los que prefieren los churros de El Timón y los que prefieren los churros de Bonilla. Aunque los de Bonilla están bien yo prefiero los de El Timón porque son más pequeñitos y la masa no es tan dura. En cuanto al local, es bastante amplio pero suele estar lleno. Si quieres sentarte en una mesa lo más probable es que tengas que esperar un rato pero tampoco mucho porque hay mucha rotación. Si por el contrario te vale la barra normalmente no hay problema y es mucho más rápido y no hay que hacer cola. Muy ricos tanto los churros como el chocolate. Un clásico. Y los camareros muy atentos y amables a pesar del estrés que deben de tener encima con tanta gente a la que atender.