Casa Unai

Conocimos el lugar por la buena puntuación que tiene y la verdad es que es totalmente merecida, disfrutamos de los platos que pedimos y nos atendieron con gran amabilidad.Alcachofas con jamón (espectaculares), muy buena carne de ternera y bien puesta. Recomiendo reservar, porque únicamente tenían una mesa para dos y el resto estaban ocupadas.

No teníamos reservación pero supimos por casualidad que no podíamos irnos de Zaragoza sin probar algo de Casa de Unai. Llegamos con la suerte de que el propio Unai estaba en la puerta y con toda amabilidad y cortesía nos hizo pasar. Gracias a Dios! Nos tomamos una botellla de un exquisito Chardonay con moscatel, huevo relleno 💯 tostadillas de foie 💯 💯 zamburiñas deliciosas y un plato de queso magnífico. De cortesía nos dieron una especie de teja con membrillo para cerrar con broche de oro. Qué suerte tuvimos viniendo desde tan lejos (Venezuela). Gracias Unai

¡INCREIBLE! Una experiencia super buena, 100% recomendable. Sitio de producto de temporada, una carta adaptada 100% sin gluten y un trato maravilloso. Hemos cogido las croquetas de rabo de toro: un clásico, las alcachofas que nos han encantado, una ensalada de tomate de la rosa, el calamar y su hamburguesa.

El trato de Unai es increíble, atento amable y calmado, transmite paz y buen rollo. El local no es muy grande, lo que hace de un espacio mágico para este tipo de tascas, algo familiar y que necesita reserva previa porque es muy raro que encuentre un hueco libre. La calidad de los productos es majestuosa y la experiencia ha sido increíble. Simplemente mejoraría la actitud de la camarera que se le puso entre ceja y ceja que pidiéramos carne en numerosas ocasiones y se le cambió la cara cuando vio que no consiguió que la pidiéramos… muchas veces merece la pena escuchar al cliente en vez de estar haciendo recomendaciones con aspecto de obligaciones. Volveremos pronto!

Uno de los imprescindibles de la gastronomía zaragozana fuera de redes sociales y sitios clásicos. Mesas altas y raciones de estilo tradicional para compartir donde predomina el buen producto. Fantástico entrecot, riquísimos pimientos confitados y buen nivel general. Atención muy agradable y bodega correcta, sin carta de vinos, aunque sorprende su buena cristalería.

Sitio pequeño con pocas mesas, todas altas con banquetas, lo que resulta incómodo. Es clara la estrategia -sumada a la ausencia de postres y cafés- para que uno no se quede mucho tiempo y haya recambio. Siempre hay gente esperando, así que mejor reservar. La atención muy amable y los platos realmente buenos, generoso y a precios normales. Buena selección de vinos y productos de calidad.

Cuando cocinas con un buen producto se nota. Nos encanta Casa Unai, vamos siempre que podemos y nunca defrauda. Platos de 10. Además, te tratan genial, sirviéndote poco a poco todos los platos y preocupándose por cada detalle. El restaurante es pequeñito, por lo que aconsejo reservar o ir con tiempo para poder tener mesa. Nosotros repetiremos, no cabe duda. ¡Muchas gracias!