Casale Franco

Buena terraza para tomar el fresco de noche pero sin vistas (estando sentado). Las bolitas de queso estaban buenas aunque la rúcula decorativa, era excesiva. Las pizzas tenían mucho sabor, y estaban muy buenas (trozos grandes de verduras y carne). Como punto negativo, las olivas encima de una de las pizzas iban con hueso (algo peligroso para los dientes si no lo sabes).

En Casale Franco hemos probado las pizzas de la carta. La masa es deliciosa, esponjosa, bien cocida y fermentada. Una pizza con toque de pan que es un espectáculo. Algo más floja la preparación. Los ingredientes están cocinados fuera horno, a excepción del queso de la pizza, para mí gusto una pena. Los champiñones, los pimientos, la cebolla, están hechos al horno sin aderezo y colocados al final del horneado de la masa, una vez fuera del horno de piedra. Le resta potencia al conjunto y eso que va super super colmada de ingredientes. Le falta la chispa de sabor que combine con la masa. Pese a todo, una opción muy saludable y elaborada con cariño, eso se nota. Precios muy económicos y cantidades abundantes, cuesta acabarla.

Pedimos lasaña y una pizza. Estaban increíbles ambas. El mejor italiano de la zona con mucha diferencia. Diría que es el único italiano de verdad y con un precio totalmente razonable. El postre que pedimos, Coccole, es la especialidad. No dejéis de probarlo. Dejaos hueco porque no es pequeño pero es una maravilla recién hecha.