Venta El Trillo

Llegamos de casualidad al sitio, estaba vacío y eso en principio no nos dio buena señal. Sin embargo salimos muy contentos, el sabor de cada uno de los platos y la buena atención, cambiaron absolutamente nuestra percepción. El sitio tiene un comedor amplio, con buenas vistas y música ambiente. Al salir había 4 mesas más comiendo. El precio fue razonable.

Llegamos mi pareja y yo por casualidad. Señalé un restaurante en Google Maps al asar y salió "Venta El Trillo". La decoración es perfecta mezclando elementos clásicos con modernos. La música es ideal para disfrutar de la comida y mantener una buena plática. La camarera nos atendió siempre con una sonrisa y muy atenta a nuestras necesidades. La comida sencillamente espectacular.

Un lugar encantador donde estoy seguro volveremos a ir, tiene hasta su propia piscina donde darte un baño cuando vas a comprar comer, además tiene bungalows donde poder pasar un fin de semana desconectado del mundo en mitad de la sierra. La comida está muy bien y una tarta de queso que vas al cielo cuando la comes, el personal muy profesional y encantador son super atentos y profesionales. Nos llevamos un muy grato recuerdo del lugar.